Lisa Performing Arts: Vals de las Rosas
Cada año, la guerra y la persecución, pero también la pobreza, la violencia y la emergencia obligan a millones de personas a abandonar sus hogares y huir a Europa. Una vez en el país de llegada, se enfrentan a las dificultades de la integración. Este proyecto explora, a través del ejemplo de Hamburgo, cómo la alimentación y la agricultura pueden utilizarse como lenguaje común para una nueva tipología de centros sociales.
Aunque el complejo problema de la integración es más una cuestión política que arquitectónica, este proyecto es la oportunidad de proponer una solución local a un problema global. Al entender que la arquitectura puede ser el mecanismo para crear y reforzar una identidad común entre refugiados y ciudadanos locales, el proyecto pretende mejorar el proceso de integración utilizando la agricultura y la alimentación como elemento de unión. Todo el mundo come. La agricultura está presente en la mayoría de las culturas. La comida puede desempeñar un papel importante en la forma en que nos relacionamos con otras personas. También es un enorme activo cultural: a menudo accedemos a culturas lejanas a través de sus tradiciones culinarias. La comida puede ser el detonante de historias y conversaciones. Involucrar la comida puede ser una forma poderosa de invitar a la gente a compartir su tradición cultural, su historia y sus conocimientos.
Mesa redonda sobre la existencia espacio-temporal
La Graham Foundation for Advanced Studies in Fine Arts otorga a la Fundación Enlace una beca para el proyecto «Nada fuera de lo común» en el Centro de Arte y Cultura (Casa de Todos Anexo) en La Palomera, Caracas Venezuela»
«Nada fuera de lo común: un espacio para el arte, la celebración, el reconocimiento y los sancochos en el barrio La Palomera» es un proyecto cultural que consiste en arte, música, talleres y celebraciones, creados junto con la comunidad que tienen lugar en una estructura en ruinas en el barrio La Palomera que está siendo progresivamente renovada y transformada en un centro para el arte y la cultura.
Los panteones africanos y los orishas: Curso acelerado
Esmeralda Arrizón-Palomera obtuvo su doctorado en Lengua y Literatura Inglesas por la Universidad de Cornell en agosto de 2020. Se especializa en literatura y cultura latinoamericana y afroamericana de Estados Unidos, con especial atención a la raza, el género y la migración. Su actual proyecto de libro, The Coloniality of Citizenship and the Turn to the Undocumented in Feminist Thought, estudia el trabajo que el inmigrante indocumentado, su presencia y ausencia, ha permitido en la historia, teoría y literatura feminista desde mediados del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Su trabajo ha recibido el apoyo de la Fundación Ford y aparece en Aztlán: A Journal of Chicano Studies, Latino Studies, MELUS y DreamersAdrift.
Huei Micailhuitl por Xochitl Palomera, Corazón Del Pueblo
El accidente del B-52 de Palomares de 1966, también llamado incidente de Palomares, ocurrió el 17 de enero de 1966, cuando un bombardero B-52G del Mando Aéreo Estratégico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos colisionó con un avión cisterna KC-135 durante un repostaje en pleno vuelo a 9.450 m sobre el mar Mediterráneo, frente a la costa de España. El KC-135 quedó destruido al incendiarse su carga de combustible, muriendo sus cuatro tripulantes. El B-52G se partió y murieron tres de los siete tripulantes[1].
En el momento del accidente, el B-52G transportaba cuatro bombas termonucleares (de hidrógeno) B28FI Mod 2 Y1,[2][3][4] todas las cuales cayeron a la superficie. Tres fueron encontradas en tierra cerca del pequeño pueblo pesquero de Palomares, en el municipio de Cuevas del Almanzora, Almería, España. Los explosivos no nucleares de dos de las armas detonaron al impactar contra el suelo, lo que provocó la contaminación de un área de 2 km2 con plutonio radiactivo. La cuarta, que cayó en el mar Mediterráneo, fue recuperada intacta tras una búsqueda de dos meses y medio[5].